Los tres módulos femeniles en los Centros Penitenciarios y de Reinserción Social de Ixtlahuaca, Jilotepec y Zumpango fueron cerrados, y al igual que las mujeres privadas de su libertad que se encontraban en el penal de Texcoco, fueron trasladadas al penal femenil de Nezahualcóyotl-Sur.
El sistema penitenciario del Estado de México cuenta con un total de dos mil 136 mujeres privadas de la libertad, población que estaba distribuida en nueve Centros Penitenciarios mixtos y un Centro Penitenciario Femenil. En la presente administración se concretó el cierre de nueve dormitorios femeniles.
De acuerdo a la Secretaría de Seguridad en el Estado de México el penal femenil de Nezahualcóyotl-Sur es un espacio de reclusión que se rige bajo un enfoque con perspectiva de género y con servicios adecuados, el cual tiene como principal objetivo dignificar la estancia de las internas e impulsar el trato justo y apegado a derecho.
El traslado de 135 mujeres se concretó en coordinación con el Poder Judicial; también estuvo presente personal de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) y la organización de la sociedad civil “Reinserta”, quienes acompañaron a efecto de documentar que fueran ejecutados apegados al “Protocolo para el Traslado de Mujeres Privadas de la Libertad”, así como al “Protocolo para el Traslado de Mujeres Privadas de la Libertad acompañadas de sus hijos y/o embarazadas”.
El pasado 14 de agosto en Nashville, Tennessee, autoridades del penal femenil de Nezahualcóyotl-Sur recibieron la recertificación obtenida a través de la Asociación de Correcionales de América (ACA), después de aprobar al 100% 142 estándares que califica dicho organismo internacional, mismos que se clasifican en siete vertientes: Seguridad; Orden; Cuidado médico; Programas y actividades; Administración y dirección; Justicia y finalmente Protección.