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  • Juan Cuéllar

México regresa a casa con las manos vacías

  • No hubo quinto partido, Brasil derrota 2-0 a México

  • El Tri sin imaginación en el Samara Arena

  • Ochoa, el mejor jugador mexicano

  • Neyrmar construyó la victoria para los brasileños

Del imaginar al hacer, del ilusionarse al concretar, del sí se puede al no se pudo, hay una amplia historia de lamentaciones y frustraciones del fútbol mexicano. Con la derrota ante Brasil 2-0 en el mundial de Rusia 2018, suman ya siete justas mundialistas consecutivas en las que el llamado Tri no puede llegar al famoso quinto partido.

Hace algunos días, luego de la victoria notable ante Alemania, Javier Hernández, el famoso Chicharito, colocó en las redes sociales una frase que se viralizó y llamó a la revolución de mentes al hacer un llamado a imaginar cosas positivas y por qué no, derrotar a potencias mundiales en el fútbol.

Hoy, en el estadio Samara, toda la imaginación estaba puesta en momentos de inspiración que la escuadra mexicana a veces suele tener. Se buscan señales, momentos, circunstancias en el campo de juego y se logran por minutos, pero eso contra Brasil no sirve porque exige al contrincante al límite para ganarle.

México solo pudo mantener 20 minutos de imaginación tanto para jugadores como para los fieles seguidores que van al fin del mundo para atestiguar una posible hazaña. Es una lástima que los partidos no sean de 20, sino de 90 minutos. Los ímpetus de la escuadra verde comenzaron a ceder ante el pentacampeón del mundo.

Al minuto 24, el portero mexicano Guillermo Ochoa tuvo qué convertirse en la figura y cuando eso sucede, significa que todos los planes y estrategias comienzan a derrumbarse. La primera oportunidad la tuvo el estrella mundial Neymar, quien retó a Ochoa, el mexicano tapó una pelota con los pies para evitar la caída de su arco.

Diez minutos después, otro astro, Gabriel Jesús probó al arquero tapatío con un fuerte disparo, de nueva cuenta Ochoa salió airoso para tratar de recomponer todo en el descanso de medio tiempo. Sin embargo, los brasileños decidieron no esperar más y al minuto 56 apareció el 10, Neymar Junior quien se asoció con Willian con n para poner las cosas 1-0.

A partir de ahí la fragilidad mental de México le jugó en contra como le ha jugado en los últimos encuentros. Todavía los de verde buscaron de alguna manera encontrar una jugada que los metiera al partido, al marcador; no fue así. Ochoa tapo tres disparos de gol, uno a Firminho, otro a Coutinho y otro a Paulinho.

El 2-0 se construyó desde el mismo campo de Brasil. Fernandinho dio pase a Neymar, quien se encargó de meterle velocidad a la jugada, llegar al área mexicana y colocar un disparo que todavía Ochoa tapó, pero que quedó a merced de Firmino y así terminar con la imaginación y aspiración de los mexicanos en el Mundial Rusia 2018.


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